jueves, 24 de julio de 2014

La oportunidá



Por esas calles largas de grandes paredones y portones residenciales, iba empujando una señora voluptuosa su carreta de granizadas y junto a ella sus dos hijas menores de edad. No estoy segura cuantos kilómetros llevaba caminando la señora, pero se iluminaron sus ojos cuando nos detuvimos a hacerle “la primera compra del día”.

Su hija más grande tenía alrededor de 16 años, cargaba a un pequeño bebe. Mi mamá (que no es nada shute), pregunto de quién era el niño...la expresión de la señora cambio inmediatamente y la decepción se percibía en su rostro.  – “Es de ella…” – y doña shute dijo: “Pero si es solo una patojita…”, no estoy segura de cuánto tiempo llevaba la señora de las granizadas con esa rabia en el pecho y explotó….

“Yo como le decía que estudiara, que aprovechara la oportunidá que yo no tuve…ahora con lo que gano de las granizadas tengo que comprar pañales y leche porque no me hizo caso. No todos tienen la oportunidá, a mí como me ha costado, no solo ella, si no mis otros dos patojos. Yo nunca aprendí a leer ni a escribir, yo no quería lo mismo para ellos…ahora ni siquiera regresar a la escuela quiere”

La muchacha solo escuchaba a su mamá hablar, mientras la vergüenza hacia que bajara la mirada…le falló, lo sabía y lo sentía. Y como buena vieja de vecindad, mi mamá se metió a preguntar por el “papá” del pequeño…y así como el fuego se exalta cuando se combina con gasolina, así se puso la señora:

“Sólo le planto su domingo siete y el loco se hizo, no quiere hacerse responsable. No da el gasto y pues al niño hay que darle de comer… - ¿Y usted lo conoce pues?, dice doña shute mientras la pellizco para que se calle - …conozco pues, yo como le hablaba a estos patojos, solo me la burló, ahora que ni suyo dice que es…”

El ambiente se hacía más tenso, el tema se volvía más incómodo mientras  la señora seguía raspando el hielo...

La oportunidá seño, eso le quise dar a mis hijos…mi mamá no me dio a mí eso, yo no sé leer, ni escribir. En lugar de pagarle a ella su escuela, mejor hubiera aprendido yo. Pero ya estoy vieja y no los puedo obligar...igualito esta mi otro patojo, al menos él ya tiene su propia carreta.




“La oportunidá”, no sé cuántas veces lo menciono pero me dejo pensando en su situación, en la de su hija y en la de muchas más familias que no tienen un empleo fijo y que salen a las calles con la esperanza de poder llevar a casa un pedazo de pan. De esta historia, tome usté la "leccion de vida" que mas le parezca...

jueves, 3 de julio de 2014

Tortillas y atol...



Gilberto Ramos...El nombre le ha de sonar familiar, se trata del niño guatemalteco que muere durante su intento de cruzar las fronteras del país de las “barras y las estrellas”.  No había querido comentar del tema…pienso que muchos medios han rodeado esta historia de amarillismo y una nota en particular me hizo romper el silencio:

“Gilberto Ramos quería dejar su frío y remoto pueblo montañoso para viajar a Estados Unidos, trabajar y ganar dinero y pagarle un tratamiento contra la epilepsia que padece su madre” Fuente: AP, Sonia Perez

La primera pregunta que viene a mi cabeza es de donde un niño de 15 años que vive “en un remoto pueblo montañoso”, saca el dinero suficiente para pagarle a un coyote para salir de su país? Según la publicación “El drama de los inmigrantes” de Nuestro Diario, este cobro esta entre los 4 mil y 7 mil dólares, lo cual significa que Gilberto no consiguió este dinero solo…Gilberto tenía el apoyo de alguien que lo financiaba. Tal como lo muestran las diferentes publicaciones, la familia estaba enterada de los planes del niño y más que retenerlo talvez en el fondo también pensaban que era lo mejor para él y quiero aclarar que no son ni serán la primera ni la última familia que lo piense.

La pregunta es: ¿Cuál es el fondo del tema?

Se trata de la falta de oportunidades y la pobreza que ahorca a muchas familias en el interior. Hay un abandono y una falta de presencia del estado en diferentes rincones del país, que a estas alturas de la vida carecen de recursos que satisfagan las necesidades básicas de estos guatemaltecos. Salud, alimentación, educación, infraestructura y seguridad son los pilares en los que todo gobierno debe de enfocarse para lograr el crecimiento del país y realización de sus habitantes, pero que pasa…una vez cada 4 años van a estos lugares “remotos” a regalar un par de sacos de fertilizante y láminas para contar con el voto de estas personas que depositan su confianza y sus esperanzas de que su situación va a cambiar…pero esto simplemente no sucede.  

Muchas personas argumentan que quien es “pobre” es por “webon”,  yo no creo que se trate de “webonería” quienes solo pueden comer tortillas con atol, yo no creo que se trate de webones el buscar otras alternativas de vida…y es claro que en muchos lugares de Guatemala y Centro América, la idea de migrar a otro país para muchos sea la única luz que ven al final del túnel.  Cada año, el aporte de las remesas familiares en el PIB va en incremento, por ejemplo a diciembre del 2013 se registró un crecimiento del 6.7% anual según el banco de Guatemala, lo cual refleja dos cosas: la mejora en la economía estadounidense y lo segundo, que los migrantes en busca del sueño americano cada día son más, es decir, hay muchos “Gilbertos” jugándose la vida y buscando esa “superación”, ¿Es ese el único método? No, no lo es… ¿Es el mejor? No lo sé,  cada dólar enviado en este país se “multiplica”, aunque ellos del otro lado no gocen con garantías constitucionales y prestaciones, pero pensándolo bien…aquí tampoco.  

Lamento lo que le paso a Gilberto y sería muy ingenuo de mi parte creer que esta historia despertará el interés de nuestros gobernantes a iniciar acciones enfocadas a ofrecer mejores condiciones a estas familias, pero al menos espero un poco de conciencia y empatía social para que pensemos dos veces antes de tachar a la pobreza de weboneria.

Este texto va en nombre de todos esos migrantes que dejan su tierra, su familia y su identidad por buscar superación y por todos esos “Gilbertos” que son estafados, son deportados o que mueren en el intento. 





Fotografía: AP, Sonia Perez. 



Links:
¿Por qué Gilberto cruzó la frontera y murió en Texas?



"El drama de los Inmigrantes"