miércoles, 11 de junio de 2014

Para futuras ocasiones...



“Me quiero casar”…dice la señora que a sus casi 50 años, nunca ha vivido esa experiencia. Es su sueño, no lo quiere dejar ir, es lo que alimenta su esperanza y la hace andar descalza por un camino de rosas que si abriera los ojos se daría cuenta que en ese camino solo quedan espinas. 

Su risa, como la de una niña inocente. Se ríe de sus travesuras que no pasan a ser más que blancas mentiras que usa a veces como escudo ante el miedo. Si, ese miedo que se siente de ser rechazado o de dejar que su más grande sueño se escape. La escucho y la observo…a ella solo le queda ese sueño, ella siente que si vida ya está en el “límite”, que oportunidades para alguien como ella simplemente ya no hay.

Y que se supone debo de decir…romper la fantasía en la que vive haciéndole ver que los cuentos de hadas no existen?  Que se deshaga de ese sueño y que construya uno nuevo? Y yo quien soy para reventar esa burbuja? (Si es que se puede hacer desde afuera, es un hecho que nadie sale de ella si no quiere). Por otro lado, no puedo alentarla a que siga cerrando los ojos. No puedo decirle que está bien cuando no lo está...pero quien soy yo para tomarme esas atribuciones?  

Y quien le dijo a ella que yo era la mejor persona para escuchar? Lo he dicho muchas veces…yo no sé de esas cosas. Mientras de mi boca salen palabras...me voy escuchando y ni siquiera sé quién es esa persona que habla, porque si eso es lo que realmente pienso…Dónde estaban esas cosas cuando las necesitaba? Por qué no me escuche a mí misma cuando tocaba? Y cómo podría recomendar algo que ni siquiera yo misma hice? Lo único que me queda es contarle lo poco que he vivido y tratar de fundamentar mis pensamientos…que sigue siendo algo no muy válido simplemente porque aunque haya un patrón, no quiere decir que su historia cazará con la mía o quien podría asegurar que no estoy confundiendo las cosas?

Me doy cuenta que no puedo ser consistente en mis recomendaciones. A veces la aliento a caminar a un oasis en medio del desierto, pero talvez solo este alimentando un espejismo que tiendo a ver en situaciones similares, de esos que mis propios traumas alimentan. Talvez simplemente no puedo dar una opinión objetiva porque no puedo separar su situación de la mía…y no es que lo justifique, pero ella es tan noble y tan frágil de alma y de mente que no quisiera le hicieran daño. La pelea interna empieza cuando espera unas palabras por respuesta. En el fondo ella lo presiente, los ojos siempre me delatan…maldita sea y ella sabe leerlos!

No pretendía nada con esto…simplemente esto es un desahogo de lo que tengo en mi cabeza...y talvez para futuras ocasiones se sepa que no soy la mejor persona para dar consejos je je je.

No hay comentarios:

Publicar un comentario